martes, 11 de mayo de 2010
Conviérteme en amuleto de tu pecho
Te protegeré del pecado.
AÏCHA BASSRY
El bosque encantado
Con mis agradecimientos a:
BONES BOO_ ,CHICA ENAMORADA, MAYEB, DESPISTADITA, TODO ES MEJOR, PATI Y MARIAN por su participación
CHILÍN
Era un
lindo día, entre las ramas de los árboles del pequeño bosque, una tenue luz
indicaba que en poco tiempo el suceso que estaba esperando por fin sucedería, la
espera había sido larga pero valió la pena, pronto esa luz convertiría las rocas
en árboles majestuosos, que se encargarían de despertar a la brisa, quien a su
vez le daría sostén a las aves del bosque para que lleven la buena nueva a toda
la comarca, a medida que la luz aumentaba en intensidad comenzaron a aparecer
los recuerdos
... Amistad, Amor...Una bonita chica paseaba por
allí. Caminaba lentamente. Un paso, otro paso... era como caminar bajo un mar
de aceite, espeso y barroso, monótono, todos los días igual, nada especial,
solo estudiar, comer... dormir, volver al mar y seguir nadando en la espesura
gelatinosa de la vida.
Entonces sucedió algo, algo que cambio todo por completo, un amigo le obsequió un cristal a través del cual podía ver que el mundo no era ese ligar viscoso, impenetrable, ahora todo era alegría, el mundo era un lugar lleno de luz, la vida era maravillosa, podía correr volar, extender las alas de su imaginación y llegar a lugares inimaginables, antes de ese momento mágico todo era sombras, obscuridad, lamentos, tedio, recriminaciones y lágrimas, nunca pudo entender por qué las ninfas la escogieron a ella para ser su prisionera, nunca lo supo, su amigo le había dicho que se cuidara de entrar sola a ese lugar, que si lo hacía nunca fuera sola y si quería verlo solo lo hiciera desde lejos, un día, un mal día en realidad, entró sola al bosque, quería disfrutar del verdor de las hojas de la generosa variedad de colores y fragancias de las flores silvestres, aunque lo que realmente le gustaba era mirar con los ojos entornados las hojas de los arboles mas altos, ignorando el verde brillante para disfrutar de la vasta variedad de grises desde el casi blanco brillante hasta el negro impenetrable en las sombras y luces que se filtraban a través de las hojas o entre las ramas de los árboles, tal vez por eso no las vio venir, fue entonces que las ninfas del bosque aprovecharon esta situación para hechizarla y convertirla en un guijarro más del bosque, y estando prisionera transformar el bosque entero en guijarros y árboles grises, que poco a poco se fueron cubriendo de cenizas, en poco tiempo los árboles se petrificaron, ya casi no recordaba quien o que había sido
- ¿Alguna vez fui
algo mas que un guijarro en el bosque?
- ¿Alguna vez fui
una niña?
Estas y otras muchas preguntas quedaron sin respuesta
amistad, amor, cariño, son nada en comparación con ser o estar, trágicos verbos
que fueron desterrados para siempre de su vida, descubrió que en realidad no
era un guijarro, que en realidad el guijarro era solo un habitáculo que la
mantenía cautiva y en su condición de prisionera podía cambiar de celda, siempre que
ambos guijarros entren en contacto,
algunas veces lograba salir y dar un gran salto en busca de la libertad, pero al caer nuevamente
era aprisionada , la única forma de salir del bosque pétreo era volando, o
caminando sin tocar las piedras y todo
era de piedra, cada vez eran mas distantes sus esfuerzos para liberarse hasta
que dejó de intentarlo.
En el letargo de su sueño de roca recordó una
amistad que llenó su alma de alegría, tantos momentos felices que la hacían
sentir a gusto, pero esos momentos habían quedado definitivamente en el pasado
porque eso ya no está y probablemente no vuelva porque desde que entró en ese bosque
encantado que aprisionó su cuerpo en el
interior de un guijarro, sin ataduras sin tiempo ni recuerdos, solo atisbos de
algún lugar lleno de luz, de música, de abrazos esa luz, que a veces podía sentir,
esa música, ¿era real o solo un recuerdo? ¿era música?, ¿era luz?, poco a poco
la música se convirtió en voces, voces que susurraban un llamado imperioso
voces que le hablaban de amor, que le pedían perdón, a pesar de los errores que pudieran
haber cometido en su contra, esas voces se le hacían conocidas…pero ¿De dónde?
¿Qué perdonara qué o a quién?
La luz se
hizo más intensa nuevamente estaba libre
corriendo a través del bosque de piedras, sabía que cuando había luz podía
tocarlas sin peligro, siguió corriendo, intentando llegar al lugar de donde
venía esa luz, otra vez en posesión de su cuerpo, pero sin embargo.. ¿Era su
cuerpo? en su condición de guijarro había aprendido que en ese lugar todo y
nada era posible, recorrió el laberinto de roca y cenizas intentando no entrar
en los lugares sin luz, buscando una salida y cuando parecía que por fin estaba
cerca de encontrarla, llegaba al único lugar que podía recordar, y que parecía
copiado de “El libro de las tierras vírgenes” de “Rudyard Kipling”, su libro
favorito, solo que sin Raksha, ni Akela, ni Baghera, ni Baloo ni Kaa… La
serpiente pitón de la Peña, ni tan siquiera un Bandar log, solo la gran roca en
medio de un bosque de rocas y ceniza, mientras se dormía imaginaba que estaba
en aquella ciudad Baghera Baloo y Kaa vendrían pronto a rescatarlo, pero
no fueron solo los amigos de Mowgly los que la salvaron en aquel trance,
también fueron las enseñanzas de Baloo, el oso gris Maestro del pueblo libre,
sin ellas nunca lo hubieran encontrado…y ella no le avisó a nadie que entraría
a ese bosque maldito… tu y yo somos de la misma sangre… tu y yo somos de la
misma sangre, repetía una y otra vez con la esperanza de que algo en ese lugar
pudiera entender y le respondiera… tu y yo somos de la misma sangre… avísenle a
mis amigos que estoy prisionera de las ninfas del bosque de piedras y luego
volvía a ser prisionera de un guijarro
En aquellas ventanas que en ocasiones se abrían en
su conciencia se dio cuenta que había pasado mucho tiempo tal vez eones, la
ceniza cubría todo, incluso los árboles, el bosque verde que vagamente
recordaba ahora era un bosque de piedra, ya no había viento que moviera las
hojas, ni hojas para mover, poco a poco el bosque se hacía más blanco, el
silencio era mortal, ya no se escuchaba el canto danzarín del arroyo entonando
la canción de despedida en su viaje al lejano mar, solo el arrullo monocorde, agrio
y mortal de la ceniza cayendo suavemente sobre sí misma, hasta cubrirlo todo
con un manto de olvido, sin embargo una luz muy tenue y
una voz ininteligible y distante le susurraban una y otra vez, desde los confines de ese laberinto insondable, es tu vida, son tus recuerdos, no permitas que se conviertan en polvo de olvido, sabía que estaba cerca, que pronto, muy pronto podría encontrarlos pero ¿dónde en ese laberinto de ceniza estaban guardados sus recuerdos?
una voz ininteligible y distante le susurraban una y otra vez, desde los confines de ese laberinto insondable, es tu vida, son tus recuerdos, no permitas que se conviertan en polvo de olvido, sabía que estaba cerca, que pronto, muy pronto podría encontrarlos pero ¿dónde en ese laberinto de ceniza estaban guardados sus recuerdos?
A veces en esos interminables sueños de roca,
aparecía la magia de las caricias de su madre, sus hermanos, los abrazos de sus
amigos, la sonrisa llena de promesas de su gran amor, en esos momentos,
instantes sagrados donde todo cobraba vida, las frías rocas volvían al cauce de
agua cristalina, los pájaros regalaban sus trinos, apuntando a ese cielo tan de
ellos, las copas de los árboles se mecían al ritmo de la brisa, ambos permanecieron ahí, tan cerca el uno de otro,
sintiendo cada palpitar, cada respirar, sus miradas no podían separarse, daría
lo que fuera para quedar prisionera en ese espejo que le devolvía la imagen de
su rostro, algo extraño estaba sucediendo ya no veía su imagen en los ojos de
su amado, ahora veía una imagen confusa, una habitación que no recordaba haber
visto nunca, llena de luz y sin embargo llena de tristeza, algo que nunca antes
había sentido empezaba a cobrar vida...imágenes,
sonidos, aromas acudían a su mente para luego disolverse, luz y sombras,
tintineos, la voz dulce de su madre recitando ese poema que le escribiera su
amor
rosa jazmín y azucena
todas felices murieran
si cual mariposas pudieran
besando al sol
morir en tu cabellera
A su mente acudió el recuerdo de un llano, que hacía mucho tiempo estaba
seco, ceniciento, pudo darse cuenta que a lo lejos podía verlo, nuevamente
estaba al lado de su amor, caminaban por un sendero que nunca antes había visto
lo tomó de la mano, y caminaron hacia ese
lugar con la esperanza de encontrarlo, con gran júbilo descubrió que aun estaba solo que
ahora estaba lleno de las flores mas
hermosas que pudiera imaginar, llenaban el paisaje hasta donde alcanzaba la
vista y se adivinaban detrás de los cerros, su fragancia, llegaba hasta ellos
como venida de todas partes. fascinaba, llenaba el ambiente embriagaba, de pronto, empezaron a llegar
amigos, conocidos, todos con las caras sonrientes, nos unimos a ellos, al
principio no sabía quiénes eran aunque la fuerza del amor que le brindaban
hacían desaparecer las paredes de ese laberinto de cenizas, rocas y obscuridad,
la luz que presentía y el arrullo provenían del otro lado del bosque, una voz como de un angel hablando dentro de su
alma le decía que era imperioso caminar hasta la cascada de los recuerdos, solo
tu puedes encontrar el camino pero los ángeles te han de llevar en andas, sus
amigos, ahora ángeles volvían a ella, habían escuchado el llamado, podía sentir
su respuesta, tu y yo somos de la misma sangre, ahora solo tenía que pedirles
que la avisaran a sus padres, a sus maestros que la habían encontrado y
guiarlos para recuperar sus recuerdos perdidos y poder al fin descansar en paz,
el grupo de muchachos se acercó a ella sin apuro, al llegar a su lado se dejó
llevar dócil sin miedo, sabía que eran amigos, que habían escuchado su llamado,
no sabía quiénes eran pero sabía que
eran amigos y que la sacarían de ese lugar para llevarla donde por fin podría
descansar en paz y seguramente la estarían esperando sus padres, sus hermanos, les
indicó hacia donde debían llevarla, la tomaron en andas y se encaminaron hacia
lo que parecía una nube a ras de suelo, a medida que avanzaban empezó a
recobrar sus recuerdos, reconoció a sus hermanos y a sus amigos más queridos, incluso
estaban aquellos que ella creía que ya la habían olvidado y sin embargo la estaban
rescatando de su calvario y de paso arriesgando su vida, ahora la nube dejaba
ver la vegetación de un lugar hermoso, el arrullo de lo que parecía un arroyo
viajando hacia el mar la sacó de sus cavilaciones, ya tenía fuerzas para levantar
la mirada hacia el lugar de donde provenía ese arrullo que le infundía
esperanzas y pudo ver a lo lejos un arco iris sobre una cascada de proporciones
descomunales que a lo lejos se adivinaba de una belleza excepcional, le hacía sentir
gozo, temor y fascinación, aún estaba muy lejos para llegar a ella, sin embargo
sintió que debía seguir por su propio pie
¾ Amigos, les dijo
en un hilo de voz
¾ Desde aquí debo seguir
sola, déjenme al lado del árbol negro que marca el límite, entre el bosque de
piedras y el valle de los remordimientos
Era un lugar horrible, solo gracias
a la compañía de sus amigos de su hermano y el recuerdo de sus padres pudo
cruzar.
cruzar.
Después de mucho caminar, algunas veces por su
propio pie, y la mayor parte del tiempo viajó en las espaldas de sus amigos,
otras en los brazos de sus padres o su hermano, llegaron a la cascada de los recuerdos
ubicada al final del rio del perdón, para caer en el abismo de la confianza, que parecía no
tener fin, antes de caer en las profundidades, cruzaba un arcoíris que parecía sólido,
a diferencia del resto de aquel lugar el río, la cascada y el arcoíris eran de
sólida roca,
Había que preparar una embarcación, y contaban para
ello con hojas, troncos de árboles, cordeles y herramientas, que al parecer
habían sido abandonadas por otros viajeros, en las rocas que delimitaban el
abismo.
Descendieron algunos metros por el borde de la
cascada y a medida que avanzaban encontraron algunas embarcaciones destrozadas,
unas fabricadas de una sola hoja, otras de troncos con arboladuras más o menos
sofisticadas, todas tenían en común una estatua de piedra en cuyo rostro
denotaba un gran sufrimiento, sus ojos estaban fijos y por sus mejillas corrían
lágrimas de arrepentimiento tardío
Decidieron subir y construir una embarcación a
prueba de todo, no por nada su hermano había sido marino y si de algo sabía
mucho era de embarcaciones, la decisión estaba tomada, ella esperaría mientras
sus amigos construirían la embarcación que la sacaría de ese lugar para
siempre, a su mente vino el recuerdo de una de las estatua que lloraba y
decidió bajar y mirarla una vez mas, pudo ver que sus ojos miraban hacia el
arcoíris y sus brazos sostenían una pequeña piedra que al parecer quería lanzar
al torrente, miró los ojos de la estatua y parecía pedirle con la mirada que
hiciera lo que ella no pudo hacer, tomó la piedra y la guardó, miró a la
estatua y le dijo que la llevaría con ella
Mientras sus amigos recolectaban materiales para
fabricar una embarcación que contara con todas las medidas para que pudiera cruzar
el umbral y saltar al vacío sin peligro alguno, se dirigió a la orilla del río
y en voz baja le habló mientras lentamente se adentraba mas y mas hacia el
centro de aguas turbulentas…
--Aquí estoy, con el recuerdo de las personas que más quiero, ellos ya no están, pero su recuerdo vive en mi, no me los puedes quitar, quítame por fin la vida para estar donde ellos están, ahora los recuerdo y quiero estar con ellos, mis padres, mis amigos, mi gran amor,...Recuerdos únicos que, a veces, de la esperanza se esconden y pienso, si el amor es bueno, si es de aquellos que hacen vibrar ¡¡¡VIVIRÁ EN MÍ!!!!....
Entonces, inexplicable pero maravillosamente esa
naturaleza que me rodeaba comenzó a titilar, a envolverme a protegerme la
cascada volvió a caer el arcoíris brilló aún más intensamente las rocas los
árboles comenzaron a verse distintos la luz que traspasaba la copa de los
árboles le hacía recuperar la esperanza,
se desnudó aferró el pequeño guijarro y despojada de cubiertas se dejó llevar
por las aguas de ese río cristalino y
profundo, lentamente, suavemente, sumergida apenas, tenía miedo, esperanza,
alegría, tristeza, todo y nada, el
arcoíris pasó sobre ella, ya no había marcha atrás.
Comenzó a caer y mientras caía se sentía envuelta
en una vorágine de recuerdos, sus padres sus amigos sus maestros, giraban a su
alrededor protegiéndola en esa caída interminable, los sentía sólidos,
luminosos de pronto todo era luz, algo en su garganta no me permitía gritar sus
manos estaban inmóviles, ahora la luz era casi dolorosa, algunas siluetas
desfiguradas, se movían espectralmente, algo o
alguien tomaba su mano
alguien tomaba su mano
¾ por fin la muerte
ha venido por mí y
podré estar con los míos, poco a poco la luz se hizo más suave, aunque la
ahogaban los sollozos quería darles las gracias por haberle sacado de ese
laberinto en el limbo de las almas perdidas , preguntarles tantas cosas pero no
podía moverse, no podía hablar, comenzó a sentir un dolor indescriptible
Una cara que no había visto nunca con la mitad del
rostro cubierto se acercó a ella, podía ver sus ojos, fríos, inexpresivos sentía
miedo y temor, a medida que recobraba la conciencia el dolor se hacía más intenso,
quería correr pero un velo le impedía el paso, mientras, la luz se hacía menos
dolorosa, una mano fría la sujetaba firmemente de su garganta provocándole un
dolor indescriptible, trató de defenderse pero sus manos se estaban
convirtiendo otra vez en piedra y no podía moverlas, un sonido extraño llegaba
a sus oídos, de pronto estaba cayendo por la cascada, nuevamente se estaba
convirtiendo en piedra sólida, al igual que su cuerpo, ahora quedaría como la
estatua, trató de encontrar la piedra para lanzarla al agua como le había dicho
a la estatua que lloraba pero un nudo en su garganta le impedía moverse, sentía
deseos de gritar, el velo empezó a
desvanecerse logró liberar una de sus manos y sintió la calidez de otra mano
acariciando suavemente su piel, el dolor de su garganta comenzó a ceder, podía
escuchar sonidos lejanos y difusos, hasta que finalmente pudo ver a través de
un cristal los ojos enrojecidos de su madre inundados en llanto entonces abrió por fin sus ojos y se dio cuenta, estaba
en una sala de hospital, felizmente había despertado después de 5 años de haber
caído en un coma profundo, por una sobredosis de drogas, 5 años en que el
recuerdo de sus amigos de sus padres, de sus hermanos, le guió a través de ese
bosque de árboles de roca y laberintos de ceniza blanca y finalmente pudo
encontrar la salida, el perdón a sus amigos y a su gran amor, cinco días más
tarde pudo abandonar el hospital, al pasar por un pasillo vio un niño de no más
de diez años que la miraba insistentemente y le hacía señas se acercó a su cama
y el niño le dio un gran abrazo además de un gran beso le dijo gracias y le
entregó un pequeño paquete envuelto en una hoja de cuaderno, confusa y
agradecida solo atinó a salir mientras el niño la miraba sonriente, tomó el
pequeño paquete y lo abrió, era el guijarro que le diera la estatua en la
cascada, se dio vuelta para irse mirando la piedra cuando entra un señor
demacrado pero feliz, la vio con la piedra en la mano y le preguntó de dónde la
había sacado, miró al hombre y se dio cuenta que era la estatua que le pidió
que lanzara la pequeña roca al río, usted me la dio en la cascada de los
recuerdos perdidos, y ahora su hijo me la dio a mí, pero consérvela, el hombre
tomó la pequeña piedra, mientras ella se alejaba, recordó el sueño que había
tenido cinco días atrás en donde le entregaba su hijo a un ángel
¾ ¡Espere! le dijo
casi gritando, por favor espere
¾ No se como el niño
lo sabe pero si el le dio su piedra es por algo , por favor consérvela y le
contó de su sueño y como le había entregado a su hijo y no la piedra
¾ Esta bien, -dijo
ella pensativa- y se llevó la piedra con ella
desde entonces ese ángel hace continuos viajes hasta la cascada de los
recuerdos para ayudar a los que han caído en coma y han logrado llegar a la
cascada de los recuerdos les ayuda a salir del bosque de piedras y a los que no
pueden los lleva a otro lugar pero eso lo dejó a vuestra imaginación
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